EL TABAQUISMO

(a partir del trabajo de Lucie Dumoulin en Proteus, completado por el Dr. Bernard Auriol)

traducción del francés al español por Dr Hector Spivak

Se llama tabaquismo a la toxicomanía resultante del acostumbramiento al tabaco (el de cigarrillos o cigarros, el de pipa o el de mascar). Entre los varios agentes de habituación contenidos en el tabaco destaca, con mucho, la nicotina. Según algunos autores, ésta es, de todas las sustancias lícitas e ilícitas, la que genera el más fuerte acostumbramiento.

Peligros del tabaquismo

Los peligros del tabaquismo radican no sólo en el tabaco, sino también en las sutancias cancerígenas que se desarrollan durante su combustión (en el humo del tabaco se han identificado más de 4000 elementos químicos). El humo de cigarrillo pasa directamente de los pulmones al cerebro, llevando las materias tóxicas más rápidamente que si penetrasen por un inyección intravenosa.


 

Cabe mencionar:

-          los cánceres de la boca (lengua, encías, piso bucal) y de la garganta: riesgo hasta 6 veces más alto que en la población no fumadora;

-          cáncer de pulmón;

-          enfermedades cardiovasculares (arteriosclerosis, deterioro mioc´árdico, accidente vascular cerebral): los fumadores corren un riesgo 70 % más alto de morir de una enfermedad coronaria que los no fumadores;

-          bronquitis crónica (con posible disfunción pulmonar o cardíaca) y enfisema (enfermedad degenerativa que deja daño permanente);

-          disfunción eréctil: riesgo doble que en los no fumadores;

-          problemas prenatales y posnatales: aborto,complicaciones del embarazo, deficiencia de crecimiento fetal, síndrome de muerte súbita, susceptibilidad a las infecciones, dificultades de aprendizaje;

-          problemas de salud en relación con el humo secundario: dos tercios del humo producido por un cigarrillo no son inhalados por el fumador, sino que se liberan dispersan por el aire que le rodea y contaminan a las personas que se encuentran en el mismo ambiente; el humo secundario contiene dos veces más nicotina y alquitrán, y cinco veces más monóxido de carbono que el humo inhalado por el fumador.

La lista de los efectos deletéreos del tabaco sobre la salud parece infinita: riesgo cardiovascular, cánceres, embarazo riesgoso, anomalías dermatológicas, etc. Hasta hace poco no se sabía que el tabaco influyera sobre la audición, pero un trabajo japonés realizado durante 5 años en un población de casi 1500 hombres que iinicialmente no presentaban problemas auditivos puso de manifiesto que el consumo de tabaco aumentaba el riesgo de trastorno de la audición de los sonidos agudos. Dicho aumento corre a la par del consumo: en quienes fuman más de un paquete de cigarrillos al día, el riesgo de hipoacusia se duplica. (Tal vez esta noticia, lector, te induzca a abandonar el tabaco…)

Acostumbramiento

El fenómeno químico de acostumbramiento a la nicotina tiene  lugar en el cerebro. Cuando la nicotina llega hasta él estimula la producción de dopamina, neurotransmisor esencial en la percepción neurológica del placer. A razón de unas 10 pitadas por cigarrillo, quien fuma 30 cigarrillos al día envía a su cerebro 300 señales diarias de dopamina. Cada vez que se libera dopamina, los captores de esta sustancia entran en estado de alerta. De modo gradual van perdiendo sensibilidad, y llega un momento en que el nivel normal de dopamina no les alcanza: están “en abstinencia”. El desequilibrio hormonal derivado de esta continua “provocación” de los receptores de dopamina hace que la toxicomanía pronto cobre un carácter crónico.

También actúan sobre la dependencia algunos factores emotivos y comportamentales: el efecto de estimulación o de relajación que provoca la nicotina, el placer gestual, la asociación a momentos agradables (primer café, comidas con amigos, etc.).

Síntomas

Cuando los fumadores dejan de consumir nicotina experimentan efectos secundarios propios de la abstinencia: irritabilidad, deficiencia atencional, insomnio, hiperorexia, etc. Estos síntomas, que al canzan su máxma intensidad al cabo de unos días, pueden persistir durante semanas, e incluso meses.

Según el National Institute on Drug Abuse (NIDA) de  Estados Unidos, menos del 5 % de quienes tratan de dejar de fumar sin apoyo psicológico ni farmacológico logra mantenerse en abstinencia durante un año.

Personas particularmente expuestas

La dependencia a la nicotina no es discriminatoria: puede afectar a cualquiera. Sin embargo, conviene prestar especial atención en dos grupos de personas:

• la forma de dependencia variaría levemente según el sexo, puesto que las mujeres2:

-          tienden menos que los hombres a terminar voluntariamente con el hábito de fumar;

-          cuando lo hacen, presentan un índice de recaída más alto que los hombres;

-          serían más dependientes de factores psicocomportamentales que de factores fisiológicos;

-          experimentarían efectos secundarios de la abstinencia (entre ellos el aumento de peso) con mayor intensidad que los hombres, lo cual aumentaría las dificultades de la empresa.

Por todo ello el NIDA recomienda que las mujeres escojan muy cuidadosamente el programa más adecuado a sus necesidades.

• las personas depresivas, que ya tienen un desequilibrio hormonal cerebral, deben estudiar atentamente con su médico cuál es el enfoque idóneo para dejar el tabaco.

Test

La cantidad de cigarrillos que una persona fuma al día no constituye un buen indicador de su grado de tabaquismo: de dos personas con igual consumo, una puede inhalar hasta 20 veces más nicotina que la otra, según el volumen de las pitadas y la profundidad de la inhalación.

Existirían varios niveles de dependencia a la nicotina: bajo, mediano, fuerte y muy fuerte. Como instrumento de medida se utilizan unos cuestionarios (véase más abajo: Sitios especializados).

Los servicios de salud también pueden medir el grado de intoxicación fisiológica en base a dos parámetros:

-          el contenido de monóxido de carbono (CO) del aire espirado (medido en ppm o partes por millón según el principio del “alcohotest”) inmediatamente después que la persona ha fumado un cigarrillo;

-          la concentración de cotinina (nicotina metabolizada por el organismo) en la orina del fumador.

La evaluación de la dependencia sirve para elegir el mejor método de interrupción y, en algunos casos, determinar la dosis del producto de sustitución y el tiempo durante el que se habrá de administrarlo.

Prevención

Algunos laboratorios trabajan en el desarrollo de vacunas destinadas a reducir la sensibilidad del cerebro a la nicotina. Se utilizarían en fumadores que quieren dejar de fumar, en ex-fumadores que no quieren recaer y en fumadores adolescentes, antes de que caigan en la drogadicción. Faltan años para que estas vacunas lleguen a la etapa de comercialización.

Comentario general sobre los tratamientos

Todos los expertos coinciden en que el factor esencial es la motivación, sin la cual es imposible lograr nada con ningún tratamiento.

Por otra parte, existen tantos métodos como fumadores. El fumar es un comportamiento determinado por múltiples factores propios de cada fumador, entre los que se cuentann la personalidad, el equilibrio psicológico, la situación social y el ambiente. Por lo tanto, el enfoque debe adecuarse a cada persona, y modificarse según su evolución y sus reacciones1.

El “ National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion » enumera cinco condiciones clave3:

  1. Prepararse mentalmente y hacer lo necesario para que no haya cigarrillos en el ambiente inmediato. 2. Buscar apoyo. Cuanto mejor es éste, mayores son las posibilidades de éxito. 3. Crear nuevos hábitos en la vida cotidiana para sustituir los antiguos. 4. Conseguir la medicación necesaria y utilizarla de modo adecuado. 5. Estar preparado para afrontar los momentos difíciles y las recaídas.

Tratamientos médicos

Los expertos de los organismos de lucha contra el tabaquismo suelen coincidir en que conviene actuar sobre ambos aspectos del acostumbramiento (el psicocomportamental y el fisiológico) :

-          desmontar los mecanismos comportamentales más o menos conscientes por los que el cigarrillo se ha vuelto indisociable de la vida de todos los días ;

-          reequilibrar los neurotransmisores haciendo que, de modo gradual, los receptores de dopamina se satisfagan con una producción normal.

Existen dos categorías de fármacos destinados a restablecer el equilibrio químico del cerebro cuando se interrumpe el consumo de tabaco : los de sustitución nicotínica y los que actúan sobre el estado de ánimo. Puesto que estos productos tienen acciones complementarias, diferentes expertos recomiendan utilizar simultáneamente uno de cada categoría. Varias investigaciones a gran escala demuestran que, en pacientes motivados, los tratamientos que reúnen un producto farmacológico con un enfoque comportamental obtienen el doble de resultados positivos que los tratamientos en los que se emplea un placebo.2

• Productos de sustitución nicotínica

Los parches transdérmicos y las gomas de mascar liberan cierta cantidad de nicotina en el organismo y atenúan considerablemente los síntomas de la abstinencia, aun en fumadores con fuerte dependencia nicotínica. Si bien los sucedáneos del tabaco contienen el mismo « veneno » que está en la base del tabaquismo, son mucho menos perjudiciales -sobre todo porque carecen de los elementos cancerígenos generados por la combustión- y presentan pocos riesgos de acostumbramiento. Todos ellos parecen actuar con eficacia comparable, pero por diversas razones no todos resultan adecuados para todas las personas. Señalemos algunas características específicas :

Parche transdérmico. Tiene la ventaja de suministrar una dosis regular y medible, porque libera la nicotina progresivamente en un lapso de 16-24 horas. La aportación regular resulta útil para normalizar la producción de dopamina, mientras que la posibilidad de medición permite adecuar la dosis a las necesidades específicas del ex-fumador.

Goma de mascar. Con este producto el paciente puede decidir en qué momento ingerirá la nicotina y reaccionar inmediatamente a los síntomas de abstinencia. Sin embargo, a muchas personas les resulta desagradable el gusto de la goma o el hecho de mascar.

Los expertos consideran que, para ser eficaz, el índice de sustitución (cociente entre la cantidad de nicotina transmitida por el sucedáneo del cigarrillo y la cantidad que la persona recibía cuando fumaba) debe alcanzar al menos un 60 %.  Este parámetro se obtiene comparando el nivel de nicotina urinaria durante el tratamiento con el nivel de cotinina anterior al mismo. Según un investigador, el índice de éxito de la desintoxicación, al menos a breve plazo, es mucho más alto cuando la sustitución se aproxima al 100 % que cuando es inferior.4

Nota : el tratamiento de sustitución nicotínica puede utilizarse durante varios meses, pero existe un riesgo de sobredosificación (dolores de cabeza, palpitaciones, temblores, etc.).

• Medicamentos que influyen sobre el estado de ánimo

Bupropión. La medicina dio un nuevo paso en el tratamiento del tabaquismo a mediados de la década del 90, cuando salió a la venta el bupropión, primer medicamento sin nicotina, de la familia de los antidepresivos, que actúa sobre los receptores de dopamina. Fue, además, el primer fármaco « antitabaco » en forma de comprimido. Conviene recodar que tiene algunas contraindicaciones.

Otros. Otros medicamentos demostraron tener cierta eficacia en la desintoxicación, pero no tanto como el bupropión, y con efectos secundarios más graves. Por eso sólo se prescriben cuando el bupropión ha fracasado. Son ellos : la clonidina (antihipertensivo), la buspirona (ansiolítico o « tranquilizante »), la nortriptilina y la moclobemida (antidepresivos).

Enfoques holísticos

Asesoramiento y apoyo personal

Diversos programas elaborados por clínicas u organismos comunitarios proponen principalmente métodos psicológicos de tipo cognitivo-comportamental dirigidos a modificar la relación entre el individuo y el cigarrillo. Aunque sea difícil evaluar científicamente la eficacia de estos métodos, la mayoría de los organismo oficiales de lucha contra el tabaquismo afirman que los programas de renuncia que incluyen un trabajo de asesoramiento (« counseling ») resultan más eficaces. Una investigación abierta de la Universidad de Kingston (Jamaica), realizada en dos grupos (sucedáneos nicotínicos en uno, sucedáneos nicotínicos más asesoramiento en el otro) sugiere que no sólo el porcentaje de éxito es más alto en el segundo, sino que además las personas se sienten más satisfechas.5

Ya sea que el asesoramiento se realice en forma de encuentros individuales con un terapeuta, sesiones de grupo o servicios telefónicos especializados, siempre destaca la importancia de la interacción proactiva.

Según la United States Library of Medecine existe una alta correlación entre la intensidad del asesoramiento (calculada por el número y la duración de las sesiones) y el éxito de la renuncia al cigarrillo. Aunque en menor medida, el apoyo moral y psicológico de un allegado puede hacer las veces de asesoramiento.

En el último programa anual del Québec (« Desafío : lo dejo y gano », con 25.000 participantes, consistente en no fumar durante seis semanas y ganar suntuosos regalos) los ganadores confesaron que sin la ayuda de una madrina o un padrino no habrían podido dejar de fumar. El análisis de un programa similar realizado en Estados Unidos (« Quit and Win ») revela que el hecho de contar con un padrino o una madrina aumenta notablemente las posibilidades de éxito.6

Hipnosis. Se trata de influir sobre el subconsciente del fumador para inducir un cambio de comportamiento. Según una investigación realizada en la Universidad de Washington, de las 43 personas inscritas en un programa de renuncia con sesiones de hipnosis, 39 permanecieron en abstinencia durante el tratamiento (de 6 meses a 3 años).7

Cura de descondicionamiento. Este método, llamado también terapia por aversión, consiste en asociar el cigarrillo a  sensaciones u olores desagradables (por ejemplo, se le prescribe al paciente que deje de respirar, o que fume muy aprisa). Para emplear estas técnicas deben tomarse todas las precauciones necesarias y contar con la supervisión de un profesional. No tenemos datos sobre los resultados.

Soluciones alternativas y complementarias

L-triptófano. Se utiliza con algún éxito en el tratamiento del insomnio y la depresión. Al actuar sobre el nivel de serotonina en el cerebro, el L-triptófano podría compensar ciertos problemas psicológicos derivados de la abstinencia, según se observó en un pequeño trabajo de investigación con placebo que abarcó 30 personas, todas ellas seguidas terapéuticamente en grupo.9

Niacina (vitamina B3). Al menos un autor afirma que la niacina o ácido nicotínico puede ayudar a que los toxicómanos se liberen de su dependencia.10 No hemos encontrado ningún trabajo científico sobre el tema.

Productos homeopáticos. Al menos dos laboratorios franceses ofrecen productos para ayudar a cortar la dependencia (uno de ellos es Tabacum). No conocemos ningún estudio sobre estos tratamientos.

Regaliz (Glycyrrhiza glabra) y trébol rojo (Trifolium pratense). Un doctor en botánica especializado en plantas medicinales afirma que el mascar raíz de regaliz o flores de trébol rojo ayuda a sobrellevar la abstinencia de nicotina.

Valeriana. Se utiliza tradicionalmente para reducir el nerviosismo de los adultos, sobre todo en los trastornos del sueño. Algunos autores señalan que puede servir como coadyuvante en una cura de desintoxicación tabáquica. No existen investigaciones que lo confirmen.

Acupuntura. Numerosos ex-fumadores y practicantes de la medicina tradicional china defienden con entusiasmo la utilidad de la acupuntura como método coadyuvante de la desintoxicación, pero esto no ha sido validado por trabajos científicos. Por el contrario, una revista de 39 investigaciones ha llegado a la conclusión de que no se obtienen mejores resultados con la acupuntura que con unas agujas puestas al azar (efecto placebo).12 El efecto positivo de la acupuntura sobre la abstinencia de tabaco se debería a su efecto relajante a nivel del sistema nervioso central, y sería más manifiesto a corto plazo.

 

PsychosoniqueYogathérapiePsychanalyse & PsychothérapieDynamique des groupesEléments Personnels

 

D'après Proteus, dernière Mise à Jour 30 Janvier 2007

 

Bibliografía

Biron Pierre (Dir). Encyclopédie médicale de la famille, Montreal, 1993

Jellin JM, Gregory P, Batz F, Hitchens K, et al. Natural Medicines Comprehensive Database, 3rd Ed. Stockton, CA: Therapeutic Research Faculty; 2000

1. Ministère de la Santé du Canada. Cesser de fumer, vivre sans fumée : des faits sur la santé. [Consultado el 24-08-2001] www.hc-sc.gc.ca/hppb/cesser/sante/index.html

2. National Institute on Drug Abuse (États-Unis). Nicotine Addiction. [Consultado el 21-08-2001] www.nida.nih.gov/ResearchReports/Nicotine/nicotine4.html#treatment

3. National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion (Éstados Unidos). Tobacco Information and Prevention Source. [Consultado el 23-08-2001] http://www.cdc.gov/tobacco/

4. Le cancer tue... [Consultado el 23-08-01] perso.club-internet.fr/yhaftel/sommaire.html

5. Ward T. Using psychological insights to help people quit smoking. J Adv Nurs. 2001 Jun;34(6):754-9.

6. Défi-tabac, programme « Défi :J'arrête, j'y gagne » [Consultado el 23-08-2001] http://defitabac.qc.ca/site/accueil/index.asp

7. Barber J. Freedom from smoking: integrating hypnotic methods and rapid smoking to facilitate smoking cessation . Int J Clin Exp Hypn. 2001 Jul;49(3):257-66.

8. Bowen DJ, Spring B, Fox E. Tryptophan and high-carbohydrate diets as adjuncts to smoking cessation therapy. J Behav Med 1991;14(2):97-110.

9. Mäder B. Substances vitales, Viridis (Paris), 2000.

10. Duke, J.A. The Green Pharmacy. Rodale Press (Emmaus, PA), 1997.

11. Linde K, Vickers A, Hondras M, ter Riet G, et al. Systematic reviews of complementary therapies - an annotated bibliography. Part 1: Acupuncture. BMC Complement Altern Med. 2001;1(1):3

12. Robbers JE, Speedie MK, Tyler VE. Pharmacognosy and Pharmacobiotechnology. Williams & Wilkins (Baltimore), 1996.